divendres, 2 de novembre del 2012

A tientas






La habitación pareció empaparse de nuevo con sus cuerpos.
A oscuras, el silencio evidenciaba aún más el ritmo acelerado de su respiración, suspendida cada vez que oía retumbar un trueno a lo lejos o que él se acercaba a un centímetro de su boca sin llegar a besarla.
Unos segundos después, su corazón latía con más fuerza y sus mejillas se ruborizaban.
Incapaz de lidiar con el deseo de morderle los labios, ella retrocedió hasta llegar a la ventana y, rendida a su mirada, se dio la vuelta.
Quería recorrer sin piedad sus ganas, su olor. Quería poseerlo. Aunque sabía de sobras que ceñirse a las reglas del juego le permitiría viajar a un estado de excitación descomunal.
Justo en aquel momento, él se acercó y le quitó la ropa, rozándola, casi sin querer, con la yema de los dedos.
La muchacha deslizó su mano por el cristal acompañando la trayectoria de esas gotas que resbalaban sin prisa al otro lado, mientras él dibujaba en su espalda desnuda pequeños temporales que erizaban su piel. Fuera, la lluvia seguía observando cómo su aliento la estremecía lentamente.





Novembre 2012

dimecres, 21 de març del 2012

Recuerdos




Recuerdo ese azul claro en tu mirada, perdida, confusa.
Recuerdo el tacto de tus manos, arrugadas y algo agrietadas.

Recuerdo cuando bebías ese vaso de leche ardiendo y a mí me sorprendía que nunca te quemaras.
Recuerdo pedirte de nuevo la historia del mono, la señora y las hazañas de la guerra.
Recuerdo mucha nostalgia cuando hablabas de la tierra que te vio nacer.
Recuerdo el matamoscas y el sillón donde pasabas horas sentada.
Y lo recuerdo a él. La radio. Los puros. Los pájaros y esos paseos que dabais. 
Recuerdo que siempre estuvo a tu lado.
Recuerdo tristeza, enfados y amor. Siempre amor.
Recuerdo tus últimas palabras: esa pregunta que me hacías cada semana que os iba a visitar.
Y recuerdo que al oírla de nuevo y por última vez... sonreí y lloré. 

Març 2012


dijous, 9 de febrer del 2012

Parole, parole...



Si las palabras se las lleva el viento... 
no pueden andar muy lejos. 
Quizás recolectadas en ese diccionario que lleva por título Donde dije digo digo Diego. 
Quizás perdieron el sentido en tu sopa de letras e intentaron recobrarlo en una partida de Scrabble.
Quizás debí comprar un diccionario de sinónimos para entender lo que no dejaste claro y pasar página en vez de palabra.
Quizás me tendría que haber armado de valor para decirte Cuatro...
pero me quedé Sin... al mirarte a los ojos.
Ya ves, tu imagen vale más que Mil...
Si las palabras se las lleva el viento...
quizás algún día te oiga susurrarme al oído.

Desembre 2011

dilluns, 30 de gener del 2012

Avec les mains... entre les doigts...







“Y una vez más vio como rasgaba su anhelo, sin malicia, suavemente, con la yema de los dedos...”




“Es movia inquieta d'un costat a l'altre i, morta de son, es fregava els ulls amb les seves petites mans. Finalment, va recolzar el caparró sobre el meu braç, poc a poc la respiració es va fer més profunda i les parpelles no van poder resistir-se a la força de la gravetat. I així, notant l'escalforeta del seu cos, ens vam quedar adormides.” 
(A la meva neboda Lara)

"Se movía inquieta de un lado al otro y, muerta de sueño, se frotaba los ojos con sus pequeñas manos. Finalmente, apoyó la cabecita sobre mi brazo, poco a poco la respiración se hizo más profunda y los párpados no pudieron resistirse a la fuerza de la gravedad. Y así, notando el calorcito de su cuerpo, nos quedamos dormidas."

(A mi sobrina Lara)



"Ell va respondre maduixa i ella carícia. Probablement els dos van somriure darrera d'aquella pantalla que els separava. Qui sap si a partir d'ara el gust de les carícies i el tacte de les maduixes seria un altre..."

"Él respondió fresa y ella caricia. Probablemente los dos sonrieron detrás de esa pantalla que los separaba. Quién sabe si a partir de ahora el sabor de las caricias y el tacto de las fresas sería otro..."




"A cada paso que daba oía retumbar en la suela de sus zapatos los ecos del porvenir, mientras lo único que realmente anhelaba era atrapar ese presente que se le escurría constantemente entre los dedos de las manos."

dijous, 19 de gener del 2012

What The Fuck...?!



Va començar a entrar poc a poc a l'aigua mentre els ulls de la gent se li clavaven atònits a l'esquena. Sí, sabia perfectament que estava a ple mes de novembre i que la temperatura del mar li faria eriçar tots i cadascun dels pèls del seu cos, però més que un acte premeditat de valentia, el seu, va ser un acte impulsiu. Mentre els turistes, asseguts a la sorra, observaven al va i ve de les onades i gaudien de l'escalfor d'un sol de tardor, a ell alguna cosa el va empènyer a treure's la roba i a entrar dins l'aigua sense pensar-s'ho. O això creia, perquè potser aquell acte que ell atribuïa a un impuls natural del seu inconscient, no era res més que una fugida al desig sexual que li despertava la rossa que tenia asseguda al costat. Així doncs... allò que l'havia conduït directament a l'aigua era una erecció en tota regla? Potser no havia sigut la rossa, batejada com la sueca, qui l'havia posat tremendament calent, sinó aquella xinesa, que sense ser gaire atractiva, amassava la carn d'aquell home d'una forma extraordinària per deu euros la mitja hora.  
Un cop dins l'aigua, però, es va adonar que ni una cosa ni l'altra havien estat el motor d'aquella acció. L'escalforeta reconfortant que va notar al seu voltant i que contrastava amb la temperatura freda del mar li va fer comprendre que allò que l'havia fet arribar fins allí havien estat unes irrefrenables ganes d'orinar!  
De sobte, es va adonar que la rossa se'l mirava i somreia, i va pensar que potser s'havia excitat veient-lo com el protagonista d'un anunci de Jean Paul Gaultier, entrant dins l'aigua heroicament. Just en aquell instant, però, va reparar en els calçotets que portava i que més aviat feien honor al seu club esportiu preferit que a la "sueca despampanant" que l'observava. Va ser llavors quan la ment li va jugar una mala passada i, immediatament, va visualitzar la rossa al seu costat dient-li a cau d'orella: This year your favourite team is not going to win! En aquell moment li van venir tres paraules al cap que el van fer tornar en sí i va lamentar que la seva pròpia imaginació el pogués trair tan fàcilment, "boicotejant" una possible fantasia eròtica amb la sueca. 
Enfadat amb sí mateix va mirar-la des de lluny i va veure que el somriure de la noia es feia cada vegada més visible. A punt de tornar-li el gest, la seva expressió va començar a canviar en adonar-se que ella esclatava a riure al mateix temps que li agafava la roba i apretava a córrer. 
Ell no va poder fer res més que pronunciar les tres paraules que poc abans li havien passat pel cap: 
What The Fuck...?!

Novembre 2011
(Al Chiu, per les seves tres paraules)



What The Fuck...?!


Empezó a entrar poco a poco en el agua mientras los ojos de la gente se le clavaban atónitos en la espalda. Sí, sabía perfectamente que estaba en pleno mes de noviembre y que la temperatura del mar le erizaría los pelos de todo su cuerpo, pero más que un acto premeditado de valentía, el suyo, fue un acto impulsivo.

Mientras los turistas, sentados en la arena, observaban el vaivén de las olas y disfrutaban del calorcito de un sol de otoño, a él alguna cosa le empujó a quitarse la ropa y a entrar en el agua sin pensárselo. O eso creía, porque quizás aquel acto que él atribuía a un impulso natural de su inconsciente no era más que una huída al deseo sexual que le despertaba la rubia que tenía sentada al lado.
Así pues ¿eso que lo había conducido al agua era una erección en toda regla? Tal vez no había sido la rubia, bautizada como la sueca, la que lo había puesto tremendamente caliente, sino esa china, que sin ser demasiado atractiva, amasaba la carne de aquel hombre de una forma extraordinaria por diez euros la media hora. 
Una vez dentro del agua, pero, se dio cuenta que ni una cosa ni la otra habían sido el motor de aquella acción. El calorcito reconfortante que notó a su alrededor  y que contrastaba con la temperatura fría del mar le hicieron comprender que lo que le había hecho llegar hasta allí habían sido unas irrefrenables ganas de orinar. 
De repente, se dio cuenta que la rubia lo miraba y le sonreía y pensó que quizás ella se había excitado viéndolo como el protagonista de un anuncio de Jean Paul Gaultier entrando en el agua heroicamente. 
Justo en aquel instante, pero, reparó en los calzoncillos que llevaba y que más bien hacían honor a su club deportivo favorito que a la sueca despampanante que lo observaba. Fue entonces cuando su mente le jugó una mala pasada e inmediatamente visualizó la rubia a su lado susurrándole en el oído: This year your favourite team is not going to win... En ese momento, le vinieron a la cabeza tres palabras que le hicieron volver en sí y lamentó que su propia imaginación lo pudiera traicionar tan fácilmente, boicoteando una posible fantasía erótica con la sueca. 
Enfadado consigo mismo la miró desde lejos y se percató de que la sonrisa de la chica se hacía cada vez más visible. A punto de devolverle el gesto, su expresión empezó a cambiar al darse cuenta que ella explotaba a carcajadas al mismo tiempo que le cogía la ropa y apretaba a correr. 
Él no pudo hacer nada más que pronunciar las tres palabras que poco antes le habían pasado por la cabeza: 
What the Fuck...?!

(A Chiu, por sus tres palabras)









dimecres, 11 de gener del 2012

Simaica



Era la primera vegada que veia el mar. La nena es va apropar a l’aigua i va deixar que l’escuma li mullés els dits dels peus. Va tancar els ulls i va pensar que l’amor devia ser això, una gran sensació de calma. Va sentir el pessigolleig de l’aire a les galtes i va imaginar-se acariciant amb la punta dels dits tot allò que es  desprenia de la mirada de la gent que estimava. Sí, era la primera vegada que veia el mar, però no necessitava obrir els ulls per confiar en allò que tenia al davant. 
El color dels peixos, el tacte humit de la sorra i l’aigua, la fragància de la sal i les paraules que la brisa li portava de països molt llunyans es barrejaven en una explosió de sensacions agradablement intenses. De sobte, una esgarrifança la va fer estremir de cap a peus. Mai havia sentit tanta energia corrent-li per tot el cos i, mentre dibuixava un somriure amb els llavis, va pronunciar una paraula en veu alta: Simaica. Era el seu nom.
Octubre 2010
(A partir de les tres paraules de la Simaica)


Simaica


Era la primera vez que veía el mar. La niña se acercó al agua y dejó que la espuma le mojara los dedos de los pies. Cerró los ojos y pensó que el amor debía ser eso, una gran sensación de calma. Notó el cosquilleo del aire en las mejillas y se imaginó acariciando con la punta de los dedos todo aquello que se desprendía de la mirada de la gente que amaba. Sí, era la primera vez que veía el mar, pero no necesitaba abrir los ojos para confiar en aquello que tenía delante.

El color de los peces, el tacto húmedo de la arena y el agua, la fragancia de la sal y las palabras que la brisa le traía de países muy lejanos se mezclaban en una explosión de sensaciones agradablemente intensas.
De repente, un escalofrío la hizo estremecer de la cabeza a los pies. Nunca había sentido tanto energía corriéndole por todo el cuerpo y, mientras dibujaba una sonrisa con los labios, pronunció una palabra en voz alta: Simaica. Era su nombre.
(A partir de las tres palabras de Simaica)

diumenge, 8 de gener del 2012

Un joyeux vieillissement


Utilitza fil de color per brodar-te a la pell que tens sort de ser qui ets. 
Hidrata diàriament els teus pensaments perquè no s'arruguin i recorda estendre la ràbia i la tristesa tres cops per setmana. 
Somriu quan tanquis els ulls i dorm al costat d’algú que somiï despert. 
Regala't una carícia per cada gota de pluja. 
Amara't d’amistat i erotisme els dies parells i reserva els imparells per omplir-te banyeres d’aigua calenta. Equivoca’t, estima, deixa’t estimar i envelleix. Envelleix sempre recordant la sort que tens de de ser qui ets. 

(A tu, silenciosa)
Abril 2010


Un joyeux vieillissement

Utiliza hilo de color para bordarte en la piel que tienes suerte de ser quien eres. 

Hidrata diariamente tus pensamientos para que no se arruguen y recuerda tender la rabia y la tristeza tres veces por semana. 
Sonríe cuando cierres los ojos y duerme al lado de alguien que sueñe despierto.
Regálate una caricia por cada gota de lluvia.
Empápate de amistad y erotismo los días pares y reserva los impares para llenarte bañeras de agua caliente.
Equivócate, ama, déjate querer y envejece.
Envejece siempre recordando la suerte que tienes de ser quien eres.

(A ti, silenciosa)


dimarts, 3 de gener del 2012

To be or not to be



En aquell desconegut i nou espai ens vam trobar i ens vam conèixer a través de jocs que ens permetien ser un altre: mutacions d'objectes i personatges que podien anar des de Lady Macbeth al llapis més arrogant. 
Si encara avui volguessis convertir-te en carabassa seductora a l'espera del teu gripau blau, jo tornaria a jugar amb tu i deixaria volar la imaginació per reescriure aquelles escenes que no van tenir un final feliç. T'inventaria l'obra que ja hem viscut plegades i t'estimaria de nou tal com ets. Podríem assajar aquelles frases que mai ens vam atrevir a dir a ningú, podríem repetir les que ens van dir i ens van agradar i, sobretot, deixaria anotat entre acotacions: abraçades, carícies i somriures, perquè no et sentissis sola quan baixés el teló.
Demanaria a l'autor que em fessis de mare i només així acceptaria el paper de filla. Observaria com executes cada gest amb la delicadesa que et caracteritza i entre Ser i no Ser preferiria que fossis tu la protagonista d'un conte de faves. Faves màgiques que transformessin el plor en riure i el riure en cant: un orgasme emocional que et fes sentir a cada pas la vida. El teu camerí estaria sempre ple de nassos vermells en remull i, envoltada d'aquest aroma peculiar, no et deixaria perdre mai el sentit de l'humor.
Si de mi depengués, en aquesta peça no hi faltaria mai una espurna de tendresa o alegria. Així que aquí em trobaràs perquè les Mil i Una Pàgines que ens queden per escriure s'omplin, com fins ara, de moments únics que qualsevol altre autor voldria plagiar.


(A Simaica.)
Octubre 2009


To be or not to be



En aquel desconocido y nuevo espacio nos encontramos y nos conocimos a través de juegos que nos permitían ser otro: mutaciones de objetos y  personajes que podían ir desde Lady Macbeth al lápiz más arrogante.

Si todavía hoy quisieras convertirte en calabaza seductora a la espera de tu rana encantada, yo volvería a jugar contigo y dejaría volar la imaginación para reescribir aquellas escenas que no tuvieron un final feliz.
Te inventaría la obra que ya hemos vivido juntas y te amaría de nuevo tal y como eres. 
Podríamos ensayar esas frases que nunca nos atrevimos a decir a nadie, podríamos repetir las que nos dijeron y nos gustaron y, sobretodo, dejaría anotado entre acotaciones: abrazos, caricias y sonrisas, para que no te sintieras sola cuando bajase el telón. 
Pediría al autor que me hicieras de madre y sólo así aceptaría el papel de hija. 
Observaría cómo ejecutas cada gesto con la delicadeza que te caracteriza y entre Ser y no Ser preferiría que fueras tú la protagonista de un cuento de habichuelas. Habichuelas mágicas que transformaran el llanto en risa y la risa en canto: un orgasmo emocional que te hiciera sentir a cada paso la vida. 
Tu camerino estaría siempre lleno de narices rojas en remojo y, rodeada de este aroma peculiar, no te dejaría nunca perder el sentido del humor.
Si de mí dependiera, en esta pieza no faltaría nunca una chispa de ternura o alegría. Así que aquí me encontrarás para que las Mil y Una Páginas que nos quedan por escribir se llenen, como hasta ahora, de momentos únicos que cualquier autor querría plagiar.

(A Simaica.)

dilluns, 2 de gener del 2012

Fotogrames: amb pressa i sense pausa





A batzegades. A cops de clàxon sento el frenètic respirar de la ciutat. Arribar a l'hora, al moment precís i les vies d'aquest nou trajecte et conduiran a un viatge sense parada. Tres minuts. No hi ha temps per perdre, però aconseguir perdre's en el temps i perdre'n la noció. Arribar a aturar-lo. I a aturar-nos? Allò que ens envolta està en constant moviment, però m'agrada que la seva màxima expressió neixi a la quietud. M'agrada trobar-t'hi i que m'hi trobis, així, en silenci, ignorant les trucades que ens destorben, incessants. Dos minuts. No arribar-hi a temps. Tant me fa. Potser arribar a pronunciar les paraules més difícils, més sinceres, enmig del no-res o enmig de les micro partícules que ens contaminen l'ànima. Trobar-les i confondre-les sota capes d'hamburgueses i mastegar-ne en cadena cada una de les lletres, que han perdut la raó de ser. Següent. Ser productiu només en el moment que les peces de l'engranatge aporten beneficis incalculables. Calcular-te el preu de l'amor i anotar-lo a la caixa registradora. Següent. Ajornar-te, ajornar-nos fins que les hores, els dies, les setmanes, els mesos i els anys siguin tan poc importants com les línies de tinta d'una agenda autobiogràfica. Portàtil. Cada vegada la situació és menys suportable. Menteixes quan dius que tots els nostres records es troben gravats en la memòria d'un disc dur. Jo només emmagatzemo les teves absències. Un minut. Al límit de la incomunicació, de les paraules banals. Defujo els mots robòtics que han usurpat el tracte humà i que han posat fi a la possibilitat de reconciliar-nos. Potser ell tenia raó: no hi ha massa diferència entre una torradora i nosaltres, les màquines parlants. Perdre's. Perdre la identitat. Buscar-la, palpar amb delicadesa i, al fons, trobar-m'hi, trobar-la impresa en una banda magnètica intransferible i unipersonal. Trenta segons. Taquicàrdic. He passat una i mil vegades el codi de barres per la porta que t'ha d'obrir els ulls, però no he pogut entrar i vèncer aquesta melodia dissonant que em separa de tu. Encara no sé on ens vam perdre, on et vaig perdre. Ni tan sols sé si em podràs tornar a trobar. Només sento soroll de passes que caminen cada vegada més ràpid, cada vegada més lluny entre la multitud. Un segon. Res. Massa tard? 

Terrassa, 2005


Con prisa y sin pausa

A batacazos. A golpes de cláxon siento el frenético respirar de la ciudad. Llegar a la hora, en el momento preciso y las vías de este nuevo trayecto te conducirán a un viaje sin parada. Tres minutos. No hay tiempo que perder, pero conseguir perderse en el tiempo y perder su noción. Llegar a pararlo. ¿Y a pararnos? Lo que nos rodea está en constante movimiento, pero me gusta que su máxima expresión nazca en la quietud. Me gusta encontrarte allí y que me encuentres a mí también, así en silencio, ignorando las llamadas que nos estorban, incesantes. Dos minutos. No llegar a tiempo. Me da igual. Quizás llegar a pronunciar las palabras más difíciles, más sinceras, en medio de la nada o en medio de las micro partículas que nos contaminan el alma. Encontrarlas y confundirlas bajo capas de hamburguesas y masticar en cadena cada una de sus letras, que han perdido la razón de ser. Siguiente. Ser productivo sólo en el momento que las piezas del engranaje aportan beneficios incalculables. Calcularte el precio del amor y anotarlo en la caja registradora. Siguiente. Aplazarte, aplazarnos hasta que las horas, los días, las semanas, los meses y los años sean tan poco importantes como las líneas de tinta de una agenda autobiográfica. Portátil. Cada vez la situación es menos soportable. Mientes cuando dices que todos nuestros recuerdos se encuentran gravados en la memoria de un disco duro. Yo sólo almaceno tus ausencias. Un minuto. Al límite de la incomunicación, de las palabras banales. Huyo de los términos robóticos que han usurpado el trato humano y han puesto fin a la posibilidad de reconciliarnos. Quizás él tenga razón: no hay demasiada diferencia entre una tostadora y nosotros, las máquinas parlanchinas. Perderse, perder la identidad. Buscarla, palparla con delicadeza y, al fondo, encontrarme, encontrarla impresa en una banda magnética intransferible y unipersonal. Treinta segundos. Taquicárdico. He pasado una y mil veces el código de barras por la puerta que tiene que abrirte los ojos, pero no he podido entrar y vencer esta melodía disonante que me separa de ti. Aún no sé dónde nos perdimos, dónde te perdí. Ni siquiera sé si me podrás volver a encontrar. Sólo oigo ruido de pasos que caminan cada vez más rápido, cada vez más lejos entre la multitud. Un segundo. Nada. ¿Demasiado tarde?
   

diumenge, 1 de gener del 2012

Instint





Sobre. Sota. De qui o de què? Per què no d’igual a igual? De tu a tu. Tuteja’m. Parla’m a cau d’orella de la teva ànsia per posseïr-me, potser només llavors deixaré que mosseguis el silenci per sentir la distància entre el teu cos i el meu i, quan provis de curar-me les ferides amb el tacte de la teva pell, fugiré del desig de matar-te a petons. Cauré presa de l’instint i em deixaré portar per aquest instant. El teu batec, la meva respiració, el teu control, la meva alerta. El meu batec, la teva respiració, el meu control, la teva alerta. Esperaré el moment precís acariciant suaument els racons més salvatges de la teva intimitat i m’entregaré al no res, m’entregaré del tot. Besa’m. Jo et besaré fins aconseguir ofegar els gemecs de plaer dels dos. No reprimirem l’impuls d’estar sobre, d’estar sota, d’estar l’un amb l’altre, de fer l’amor.

Amsterdam, 2004


Instinto


Encima. Debajo. De qué o de quién. Por qué no de igual a igual. De tú a tú. Tutéame. Háblame al oído de tus ansias por poseerme, quizás sólo entonces dejaré que muerdas el silencio para sentir la distancia entre tu cuerpo y el mío y, cuando pruebes de curarme las heridas con el tacto de tu piel, huiré del deseo de matarte a besos. Caeré presa del instinto y me dejaré llevar por este instante. Tu latido, mi respiración, tu control, mi alerta. Mi latido, tu respiración, mi control, tu alerta. Esperaré el momento preciso acariciando suavemente los rincones más salvajes de tu intimidad y me entregaré a ti, me entregaré del todo. Bésame. Yo te besaré hasta conseguir ahogar los gemidos de placer de los dos. No reprimiremos el impulso de estar encima, de estar debajo, de estar el uno con el otro, de hacer el amor.